Wensceslao

“Wensceslao Vila Poupariña es uno de esos maestros enganchados a su profesión que no se deja abatir fácilmente por las dificultades. Si un método de enseñanza no da los resultados apetecidos, hay que buscar una alternativa más atractiva. Así fue como, hace ya una década, este docente descubrió los valores pedagógicos del cómic. El hallazgo se tradujo en la publicación de diferentes libros sobre el tema, en un taller de cómic en el colegio almeriense de San Agustín (El Ejido) donde ejerce desde hace años. Blancanitos y los siete enanieves, Pocatontas o Pijote de la Marca son, a pesar de lo que pudiera parecer, serios personajes de cómic. Tan serios como que han surgido de la creatividad de alumnos del colegio San Agustín, donde Vila comenzó a experimentar con las posibilidades del tebeo como instrumento pedagógico.”

Esto es parte de lo que se podia leer en el reportaje que le dedicaron en El Pais a un gran maestro, mi maestro y de todos mis hermanos, y de muchos mas niños de un pequeño pueblo. Cuando por casualidad encontré el reportaje y lo leí recordé que yo pude ser uno de los primeros en llevar a cabo tal expreriencia, ya que en mi memoria se aloja el recuerdo de un libro-comic impreso en folios normales y fotocopiados, en el que se contaban varias historietas, incluso recuerdo el titulo: “Un Puñado de Mentirijillas” y en la portada el dibujo de una sirena azul. De verdad que puede que no sepais lo que ha significado para mi saber que a uno de los mejores profesores que he tenido le hayan concedido un premio, porque en los tiempos que corren, quedan pocos buenos docentes. No me quejo de la calidad que han tenido el resto de encargados de mi educación, pero es que han sido muy pocos los que han tenido la honradez de don Wenceslao, y eso que yo lo recuerdo bastante menos que mis hermanos, que de vez en cuando me recuerdan alguna anécdota que les ocurrio con él. Como pronto se jubilara, desde aquí darle las gracias por todo