28/6/08

Avisador

El “Te lo dije” es una expresión que me repatea las entrañas de una forma increíble. Ya no solo porque además mucha gente pretenda darle tonos científicos a un supuesto don de visionar el futuro, a algo que ha ocurrido fortuitamente. Se trata mas bien de que cuando alguien arriesga, y en lugar de fracasar estrepitosamente o que las cosas siguieran el cauce que el adivino de turno predijo, salen bien, es cuando verdaderamente salen a la luz los verdaderas virtudes y vicios de las personas. Se trata de estar a las duras y a las maduras.

Cuando uno arriesga y las cosas salen tal y como uno pretendía que salieran, entonces, todo el mundo hace mutis por el foro, escurriendo el bulto así como el que no quiere la cosa, y si tienes la desdicha de recordarles su falta de apoyo, encima tienen el descaro de decirte que eso no es cierto, que ellos siempre creyeron en ti y en tus capacidades, pero que no te lo decían porque en realidad ellos no querían decirte lo que tenias o no que hacer, sino ayudarte con sus “sabios consejos” a tomar la decisión adecuada.

Por supuesto que no voy a negar que incluso hablo de mi mismo en multitud de ocasiones pasadas y que miradas retrospectivamente me pesan y me hacen sentir defraudado de mi mismo. En estos momentos me acuerdo de Sartre, que decía que alguien que pide consejo, cuando selecciona al consejero, en gran medida ha decidido también el tipo de consejo que quiere recibir. No le faltaba razón, por eso, cuando alguien habla conmigo, intento tener presentes esas palabras. El que avisa no es traidor, es avisador

Por eso no me gusta nada la expresión “Te lo dije”. Cuando alguien la dice creo que se hunde un poco más en la miseria del ser humano. No se trata de castigar a alguien que se ha equivocado al tomar una decisión. Ha sido libre y valiente al tomar la decisión por si mismo, es el tipo de personas que hacen falta en este país. Estoy cansado de encontrarme con gente que a la mínima salta con el “Te lo dije” o un “Te lo advertí” como si tuvieras la obligación de pedirle perdón por haberte equivocado. Creo que este tipo de personas están de más en mi vida

16/6/08

Gimnasios

Como cantaban Def Con Dos: a pesar de todo sigo siendo heterosexual. Y con esto no me refiero a que la moda ahora sea la de salir del armario, o mucho mejor, la de ser bisexual, que la verdad es que es algo que me da envidia, eso de que te guste tanto la carne como el pescado tiene que ser bastante útil, sobre todo pensando en los muchos años perdidos en la búsqueda del amor del sexo contrario. Bueno, perdón por esta sarta de payasadas, pero de lo que vengo a hablaros es de los gimnasios.

Ya os hable de que, como la mayoría de los españoles, estoy a dieta, y claro, para ello, no solo basta una alimentación equilibrada, si no que es necesario combinarla con el ejercicio físico diario. Para ello, como la mayoría de los españoles, he elegido un gimnasio, y me he apuntado. Mención aparte de los muchos productos con nombres extraños casi impronunciables y envases con formas raras y de colores sugerentes que se pueden encontrar en el mostrador, los gimnasios son lugares normales, lo único que no es normal es la gente que, en su minoría, eso si hay que dejarlo claro, se puede encontrar alli.

Solo he estado en dos gimnasios a lo largo de mi vida, pero creo que el espectro de gente que me ha permitido conocer es lo suficientemente amplio como para que pueda hacer ciertos comentarios sin miedo a equivocarme. Ya de la primera ocasión guardaba una mala consideración de esa gente que en el gimnasio de dedica a masturbar su mirada con su propio reflejo en el espejo. Una cosa es mirar a ver si tu postura de ejercicio es correcta y otra muy distinta es lo que hacen estos, que se comen con la mirada a si mismos, y menos mal que no llegamos a chupárnosla nosotros mismos, que si no daría miedo acercarse a un sitio de estos.

Por supuesto que eso no quiere decir que no haya grandes personas, ni que incluso estos amigos del onanismo y del narcisismo lo sean, pero es que su forma de pensar y su excesivo culto al cuerpo echan por tierra cualquier atisbo de normalidad. Respeto profundamente a la gente a la que le gusta sentirse bien consigo misma, a la que le gusta practicar algo de deporte para estar en forma, a la gente que desea compensar con algo de ejercicio los excesos alimenticios cometidos, pero en el momento en el que se vive única y exclusivamente para ello creo que deja de ser sano, tanto físicamente como mentalmente.

6/6/08

Cansado

Estoy cansado de que no pidas, sino que me exijas. Estoy cansado de que no me des consejos, sino que me des ordenes. Estoy cansado de que constantemente me pongas trampas, y dependiendo de lo que haga, hacérmelo pagar. Si hago A, B era la opción correcta. Si hago B, A era la opción correcta. Si A y B se pudieran llegar a ser las opciones menos correctas, yo debería haber imaginado, haber sabido de antemano y sin que nada apuntase a ello, que la opción correcta era C.

Estoy cansado de que no me escuches. Estoy cansado de que me hables y de tener que escucharte. Estoy cansado de que cuando me escuchas la primera frase no sigas haciéndolo porque supuestamente esta mal. Estoy cansado de que cuando por fin logro no solo que me escuches, sino que también me entiendas, ya sea demasiado tarde. Estoy cansado de no entender como puede ser posible que algo que yo hago esta mal y si lo haces tu esta bien y es digno de alabanza.

Estoy cansado por demasiados motivos, pero eso es lo que hay, no me queda otra que aguantar. Seria una exageración y una falta de respeto a la historia afirmar que en pleno siglo XIX yo este viviendo bajo el yugo opresor del tirano, por eso no lo hago, pero creo que estoy luchando contra una fuerza que en ocasiones creo superior a mis fuerzas. Se parece mucho a como vivían los pobres campesinos de los años 60, que tenían que dar siempre las gracias a un todopoderoso y desconocido terrateniente que tenia la bondad de hacerles trabajar de sol a sol por un pedazo de pan.

Se a ciencia cierta que has hecho mucho por mi, muchísimo. Puede que sin tu ayuda yo no hubiera sido el que afortunada o desgraciadamente soy ahora. Se que te debo mucho. No se me olvida, pero el cansancio hace que la memoria tenga sus fallos. Me gustaría que me dejaras ayudarte, estar ahí en la medida de lo posible, sentirme útil para ti, pero en ocasiones creo que no es suficiente para ti. Lo siento, doy lo que tengo, y lo que no tengo intento conseguirlo, pero para ello necesito tu ayuda, no que me haga mas complicada la difícil existencia.