Hay algo que nunca he entendido y mucho menos soportado del comportamiento típico de la gran mayoría de mujeres que conozco entre los 18 y los 65 años de edad. Se trata de ese tono de reproche que adoptan en muchas ocasiones al hablar contigo. Quizá sea por eso por lo que un hombre esta siempre buscando excusas o pidiendo perdón por cosas que no sabe si ha hecho, pero que cuando su interlocutora se refiere a él, le invade el sentimiento de culpa de una manera asombrosa. A mi particularmente me fascina a la par que me envilece esa capacidad que tienen.
En realidad no se si le ocurre a mas hombres, pero por lo menos a mi me pasa. Tampoco estoy seguro de que en realidad sea así, pero bueno, yo lo cuento. Se trata de que cuando te están explicando una cosa, y tú sabes que es una simple explicación sin importancia, pues incluso en esas ocasiones, su tono revela algo increíble, y es que parece que tú seas tonto del culo, una persona incapaz de hacer la O con un canuto. Vuelvo a repetir que no estoy seguro de que esta sensación sea cierta, ni compartida por el resto de mis compañeros de genero. Simplemente cuento mis sensaciones.
Por supuesto que no es su intención, o al menos eso me consuela pensar en las que conozco, pero lo consiguen, y cuando terminan de hablar, tu estas ahí sentado, con cara de estúpido, y no te queda otra que asentir. Se trata de un si, o de un vale, o un de acuerdo, que casi debería ir acompañado de una postura militar de cuadrado, al grito de “Señor, si señor”. Ocurre que si haces algo indebido es malo, pero si dejas de hacerlo tampoco es bueno, por lo que nuestro primitivo cerebro se ofusca, se pierde y opta por lo fácil: pedir perdón
Y para rematar la faena de una estrategia perfectamente planeada, están las caras, esas son las que mas daño hacen, porque si por lo menos te habla para echarte la bronca, hay atisbos de perdón, pero si no es así, mal asunto. Cuando se callan, te miran, con esa mirada en la que descubres que algo muy malo acabas de hacer o decir, y no sabes qué, porque dices y haces demasiadas cosas, estupideces en su mayoría, y por supuesto que lo has hecho sin mala intención, pero claro, eso ellas no lo saben
Personalmente no he podido con estas cosas, siempre han conseguido que me siente muy mal, porque si por lo menos se trata de algo conscientemente preparado, es normal que pagues por ello: Has robado, te han trincado, y tienes que pagar por ello. Se me ocurren explicaciones de lo mas diversas que van desde las freudianas a las darwinistas. Pero pese a todo, puede que lo que de verdad odio, es la capacidad que tienen algunos hombres de ignorar estos sentimientos que yo tengo ante una mirada de reproche por parte de una mujer, no lo se, pero de momento, eso es lo que hay
En realidad no se si le ocurre a mas hombres, pero por lo menos a mi me pasa. Tampoco estoy seguro de que en realidad sea así, pero bueno, yo lo cuento. Se trata de que cuando te están explicando una cosa, y tú sabes que es una simple explicación sin importancia, pues incluso en esas ocasiones, su tono revela algo increíble, y es que parece que tú seas tonto del culo, una persona incapaz de hacer la O con un canuto. Vuelvo a repetir que no estoy seguro de que esta sensación sea cierta, ni compartida por el resto de mis compañeros de genero. Simplemente cuento mis sensaciones.
Por supuesto que no es su intención, o al menos eso me consuela pensar en las que conozco, pero lo consiguen, y cuando terminan de hablar, tu estas ahí sentado, con cara de estúpido, y no te queda otra que asentir. Se trata de un si, o de un vale, o un de acuerdo, que casi debería ir acompañado de una postura militar de cuadrado, al grito de “Señor, si señor”. Ocurre que si haces algo indebido es malo, pero si dejas de hacerlo tampoco es bueno, por lo que nuestro primitivo cerebro se ofusca, se pierde y opta por lo fácil: pedir perdón
Y para rematar la faena de una estrategia perfectamente planeada, están las caras, esas son las que mas daño hacen, porque si por lo menos te habla para echarte la bronca, hay atisbos de perdón, pero si no es así, mal asunto. Cuando se callan, te miran, con esa mirada en la que descubres que algo muy malo acabas de hacer o decir, y no sabes qué, porque dices y haces demasiadas cosas, estupideces en su mayoría, y por supuesto que lo has hecho sin mala intención, pero claro, eso ellas no lo saben
Personalmente no he podido con estas cosas, siempre han conseguido que me siente muy mal, porque si por lo menos se trata de algo conscientemente preparado, es normal que pagues por ello: Has robado, te han trincado, y tienes que pagar por ello. Se me ocurren explicaciones de lo mas diversas que van desde las freudianas a las darwinistas. Pero pese a todo, puede que lo que de verdad odio, es la capacidad que tienen algunos hombres de ignorar estos sentimientos que yo tengo ante una mirada de reproche por parte de una mujer, no lo se, pero de momento, eso es lo que hay