19/7/08

Querer

“¿Tú tienes miedo de algo?, quiero decir miedo de verdad. Si, claro, el que tiene todo el mundo. ¿Y cual es? Tengo miedo a que nadie me quiera, a no querer a nadie y convertirme en un ser frío, como las estatuas de tu padre. ¿Y tú? Yo tengo miedo a heredar la locura de mi madre. El miedo a enloquecer puede acabar volviéndote loco.”

No quiero ser ese loco al que nadie cree cuando cuenta la historia de cuando mientras paseaba por el bosque se tropezó con el enano que hay siempre al final de un arco iris. Tampoco quiero que seas tu la mujer que, con lagrimas en los ojos, me dice que si me cree. Seria todo demasiado bonito para ser cierto, como el guión de esa película romántica que nunca hemos podido ver juntos. En ese mismo momento tendría miedo.

Últimamente me sobreviene un sentimiento que la verdad no es nada agradable de soportar. Cada día que pasa, ocurre, que sin comerlo ni beberlo, llega, se instala placidamente y no me abandona durante días. Es mi parasito y tengo la sensación de que cada vez me cuesta mas trabajo desprenderme de él, que cada vez se encuentra mas a gusto conmigo y por eso vuelve una y otra vez. Como se dice en 13 Campanadas: “El miedo a enloquecer puede acabar volviéndote loco”

Síndrome de Asperger, el nombre de una enfermedad rara, que hasta hace poco era desconocida para mi, pero que como un hipocondríaco en potencia que me considero, creo que me afecta. Es una sensación amarga la de rechazar con una mano algo que con la otra intentas acercar todo lo posible. No entiendo como puede ser tan complicado, pero desgraciadamente lo es, y no puedo hacer nada.

Es indudable que el hombre necesita de los demás, lo que muchos se cuestionan es en qué medida. Personalmente mi necesidad es cada vez es mayor. En lo que llevo de vida he intentado ser lo más auténticamente posible, no permitir que la opinión de los demás marcase el rumbo de mi vida, pero como se suele decir, a perro viejo todo se vuelven pulgas, y yo ya voy perdiendo el espíritu revolucionario. Solo quiero que me quieran y que me dejen querer como yo quiero que me quieran.