23/11/07

Musa

“¿Qué es el Buda?”-“Un palo de mierda seca” Aunque parezca mentira, esto lo he sacado de un estudio serio acerca de la filosofía Zen, que según Encarta, es la peculiar manera china de conseguir la meta de ver el mundo tal como es, es decir, con una mente que no tiene pensamientos ni sentimientos de apego. La verdad es que traigo esto a colación, porque me resulta un poco indignante que ahora cualquier persona sea capaz de alcanzar el apodo de “Maestro”, aunque en el caso del Seño Lapido este justificado. El otro día, caminando por Granada me dieron una publicidad del Profesor Musa, que se define a si mismo como “Gran ilustre vidente africano con rapidez, eficacia y garantía”. Me gustaría saber como este tipo puede demostrar la eficacia, y cual es su manera de garantizarla, porque no creo que tenga la honradez de devolverte el dinero si la caga en su pronóstico.

El panfleto no tenía desperdicio, ya que continuaba alabando su figura como “Maestro chaman africano, gran médium espiritual, mágico, con poderes naturales”. Vamos a ver una cosa, machote, o eres mágico con poderes sobrenaturales, o te limitas a los poderes naturales, que eso de tener a gala ambas cosas huele a cuerno quemado. Pero la cosa no acaba aquí, porque el Profesor Musa, además, presume que es capaz de resolver todo tipo de problemas y dificultades por difíciles que sean, como enfermedades crónicas, judiciales o matrimoniales. Cuando leí esto, no pude contenerme la risa por las estupideces tan grandes que este tipo pone en su publicidad, pero al mismo tiempo me preocupe, ya que esta llamada a personas desesperadas seguro que al tipo este le ha funcionado, porque si no, no le quedaría mas remedio que hacer lo de todo hijo de vecino para ganar dinero: trabajar. Pero la cosa no acaba aquí, sino que además presumía de tener los espíritus más rápidos que existen, y que además son capaces de solucionar cualquier dificultad que tengas inmediatamente y con resultados al 100% garantizado.

Cuando leí esto, me imagine las olimpiadas de los espíritus, pero en plan Antigua Grecia con los espíritus competiendo a pelo los unos contra los otros en distintas modalidades físicas tales como la prueba de los 100 metros liso-espirituales o la lucha greco-romano-espiritual; o también pruebas académicas donde se mida el tiempo que se tarda en resolver problemas judiciales o matrimoniales, o de curar enfermedades crónicas. Esto creo que es debido a mi afición al programa de La Sexta “Se lo que hicisteis…” y a ese genio que es Ángel Martin, pero en cualquier caso es harina de otro costal. Considero que este tipo de cosas que hace gente como este tipo hay que tomárselas seriamente, porque se juega con las esperanzas de mucha gente y se hace con total impunidad, sin que nadie haga nada por evitar que se le tome el pelo a la gente, que se les estafe. En algo si tenía razón el Profesor Musa: No hay problema sin solución, pero eso no quiere decir que la tenga él, ni yo ni nadie que pretenda encontrarla, creo que es la solución la que te encuentra a ti.

3/11/07

Musas

Yo tengo tiempo, todo el tiempo del mundo del mundo, como dirían Faemino y Cansado, estoy ocioso, pringado de ocio. Pero es que se dan un cúmulo de circunstancias que impiden la visita de las musas, excusa perfecta por no actualizar más a menudo La Filosofía de Moi. La más importante es que no tengo Internet en casa, por lo que no puedo leer la edición digital de 20 Minutos, cuyas noticias provocaban en mí sentimientos de alegría, tristeza o indignación que canalizaba mediante un post. Tampoco quiero cerrar La Filosofía de Moi, porque considero que hay cosas buenas que están por venir y que me gustaría compartir con vosotros, ya que de algún modo, os considero una especie de consejo de sabios que siempre me da su sapiencia sin pedir nada a cambio. A partir de ahora, las actualizaciones creo que serán menos abundantes que antes, pero a cambio, lo único que puedo prometer es que al menos serán de una calidad mayor (o al menos eso espero).

Respeto a la gente que usa el blog para escribir sus aventuras cotidianas, pero lo único que yo podría contaros en este momento es que he pasado dos días horribles sentado o abrazado al Sr. Roca, todo gracias a un simpatiquísimo virus que últimamente se pasea a sus anchas por mi pueblo, que solo Perséfone parece saber que es San Agustín. Por todo ello, hago esta entrada en la que me acabo de cargar todo lo que he dicho antes, pero que le vamos a hacer, así soy yo, y creo que es demasiado difícil cambiarlo, además, tampoco creo que sea lo principal que debo cambiar en mi personalidad.

Recuerdo (Estoy cansado de leerela en los malditos apuntes que no paro de estudiar año tras año) la definición que Nietzsche da de lo que entiende por filosofía en Más allá del bien y del mal (1886): “Un filósofo es un hombre que no deja de vivir, de ver, de oír, de comprender, de sospechar, de esperar cosas extraordinarias: a quien sus propios pensamientos le parecen venir de fuera, de arriba o de abajo, como acontecimientos o rayos a él destinados. Tal vez sea él mismo una tempestad preñada de nuevos rayos, un hombre fatal siempre rodeado de rugidos, de ruidos de truenos, de abismos abiertos y de presagios siniestros. Un filósofo, ¡ay!, es un ser que a menudo se hace compañía a sí mismo, que a menudo tiene miedo de si mismo, pero que es demasiado curioso para no volver siempre sobre sí mismo”. A todos, un Abrazo Filosófico Gratuito.