Prioridades

Las últimas manifestaciones producidas en el país galo han tenido finalmente éxito. Como todos sabemos, los jóvenes franceses luchaban por su bienestar laboral y por un futuro mejor. Ciertamente en nuestro país hemos llegado a un punto de crisis en el cual podríamos afirmar que nuestros jóvenes no piensan, o si lo hacen, sólo es para divertirse. Esta bien que los jóvenes se diviertan, pero cuestiones vitales como el trabajo o una vivienda digna ya no son tan importantes como los 'botellódromos' o los partidos de 'Champions League' de fútbol. Estas cuestiones vitales como el trabajo y la vivienda no lo son todo en la vida, sin embargo son bienes de primera necesidad porque son necesarios para poder vivir en nuestra sociedad liberal y capitalista. Ya que el Estado no cubre estos bienes primarios, sin lugar a dudas nosotros, los jóvenes, debemos de presionar a nuestros gobernantes a que nos den soluciones respecto a este problema. Pero en vez de ello, los jóvenes demandan 'botellódromos', jugar a la 'playstation' y ver partidos de fútbol. ¿El ocio es más importante que el trabajo y una vivienda digna? Si nuestros jóvenes se concentran para competir por hacer el botellón más grande de España o se juntan para ver una carrera de Fernando Alonso, ¿por qué no se concentran para pedir una vivienda y un contrato de trabajo digno? Cómo echo de menos la visión de futuro que tenía Perícles para afrontar y resolver problemas; seguro que él ya hubiese afrontado el problema si aún viviese. Que razón tenía Heidegger, el mundo material y de la técnica ha acabado con la espiritualidad del ser humano y de nuestros jóvenes .Ahora nuestros jóvenes no reflexionan, ni tampoco piensan porque si esto no fuese así, entonces los jóvenes ya hubieran salido a la calle a exigir estas cuestiones vitales y de primera necesidad como hacen los inteligentes galos. Por mis venas corre un nihilismo incesante ya que tan solo nos queda la nada, nada de viviendas, nada de trabajo para los jóvenes. Lo que esta claro es que ni Ronaldiño, ni Fernando Alonso, ni los botellones nos van a proporcionar una vivienda ni un contrato de trabajo digno.