17/3/07

¿Qué?

“De manera que, habiéndolo sopesado todo exhaustivamente, hay que establecer finalmente que esta proposición, Yo soy, yo existo, es necesariamente verdadera cada vez que la profiero o que la concibo. Pero aún no entiendo bien quién soy yo, que necesariamente soy. (...) ¿Pensar? Eso es: el pensamiento; esto es lo único que no puede separarse de mí. Yo soy, yo existo; es cierto. Pero ¿durante cuánto tiempo? Ciertamente, mientras pienso; pues tal vez podría suceder que si dejara de pensar completamente, al punto dejaría de ser. (...) soy, pues, una cosa verdadera, y verdaderamente existente; pero ¿qué clase de cosa? Dicho está: una cosa pensante. (...) Me dormiré a propósito para que los sueños me lo representen más evidentemente. Por consiguiente, sé que ninguna de las cosas que puedo imaginar pertenece al conocimiento que tengo de mí mismo, y que debo apartar la mente de ellas, para que ésta conozca lo más distintamente posible su propia naturaleza. ¿Qué soy, pues? Una cosa que piensa. ¿Qué es esto? Una cosa que duda, que entiende, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que imagina también y que siente. (...) Pues es tan manifiesto que soy yo quien duda, quien entiende, quien quiere, que no se puede explicar con más evidencia. Y también soy yo quien imagina, pues aunque quizá, como he supuesto, ninguna cosa imaginada sea verdadera, sin embargo, la capacidad misma de imaginar existe verdaderamente, y forma parte de mi pensamiento. Finalmente, yo soy el mismo que siente, es decir, quien advierte las cosas corpóreas como por los sentidos: es evidente que ahora veo luz, que oigo ruido, que siento calor. Estas cosas son falsas, pues duermo. Pero es cierto que me parece ver, oír y sentir calor. Esto no puede ser falso; esto es lo que propiamente se llama en mí sentir; y esto, considerado con precisión, no es más que pensar” [Descartes, Meditaciones metafísicas, segunda meditación]

6 comentarios:

Javier Vega dijo...

Pero tienes claro tus pensamientos........dios mio, me lo releeré 20 veces a ver si te entiendo...... Te hacen falta vacaciones.....

salu2

Isabel Burriel dijo...

Parece mentira que algo tan obvio llevara siglos y filósofos dándole al tarro. Bueno, digo que parece obvio, pero para muchos a lo mejor no lo es. Hay gente que piensa y no existe y mucha gente que existe y no piensa ni tan siquiera un poquito. Esto es válido para los que ven un poco más allá.
(me ha costado seguir el hilo pero al final me he hecho con ello)

Anónimo dijo...

Bueno pero tienes claro que eres tu? O no? Porque si no fueses tu, aún siendolo, quien serías? Uff, creo que me he rallao.

Unknown dijo...

dios mío, ahora entiendo porque nunca se me dio bien la filosofía... buffff tanto dudar, tanto ser, tanto todo!! Necesito un respiro :p

besiños.

Alter Ego dijo...

Ante el desconcierto general que ha provocado este texto (De verdad que yo pensaba que era lo suficientemente comprensible) prometo que en adelante, cualquier fragmento seleccionado ira acompañado de comentario mio. Abrazo Gratis a todos

VITOCHAS dijo...

Señor, no es necesario que pongas acotaciones a las citas que publicas.

La interpretación y el discernimiento de los pensamientos de los philosophers corresponde precisamente a quienes los leemos y tratamos de acercanos a ellos buscando algún indicio que, parafraseando a Gaarder, nos permita ver al mago que saca del sombrero al conejo; es decir, descifrar las interrogantes de la existencia.

En lo que respecta a las dudas ontológicas, en lo personal encuentro más apasionado y humilde a un filósofo de su país que casi nadie lee, ni mucho menos aparece incluido en la historia de la filosofía junto a otros nombres significativos como los de Ortega y Gasset o Heidegger, por ser casi sus contemporáneos. Me refiero a don Miguel de Unamumo en "Del sentimiento trágico de la vida".

De manera pues que tengo dos sugerencias.

1. Que dejes los textos tal cual. Que quienes lo lean se den a la tarea de pensarlos.

2. Que, si es posible, pongas un color más amigable a la vista, porque ese verde está un tanto escandaloso.

Saludos
Víctor.