29/3/07

Faldas

Un amiguete mío que se ha dedicado durante mucho tiempo al periodismo de investigación política, o al menos eso explica el, siempre dice que muchos de los escándalos políticos que se han hecho públicos ha sido gracias a los numerosos líos de faldas que mantenían sus protagonistas, pues bien, en el juicio del 11-M no va a ocurrir lo contrario.

Le tocaba testificar a la ex de Rafá Zouhier, procesado por servir de presunto enlace entre los terroristas del 11-M y la trama asturiana de explosivos. La joven, atractiva y aparentemente confiada, estaba dispuesta a vengarse de su antigua pareja casi un lustro después de que terminase su relación. Después de declarar que su ex "era un fantasma" y un fiestero que "iba a fiestas y bebía alcohol, pero también guardaba el Ramadán y rezaba", la joven mostró un dibujo que le hizo Rafá Zouhier de Bin laden y un curioso mensaje de amor: "Ala es un Dios y Mohamed un profeta, y tú eres la chica que más quiero en el planeta".

Esta visto y demostrado, queridos lectores, que en esta vida, tiran más dos tetas que dos carretas, y que por eso, nos convertimos en esclavos que pagan su precio incluso una vez liberados del yugo femenino. No se lo relacionado que podrá estar con el caso tal papelito con la muestra de amor, pero lo cierto es que cuando menos, resulta curioso como en ese grupo de personas dedicadas al terrorismo, que son capaces de dedicar tanto tiempo, esfuerzo y capacidad cerebral al odio irracional, en ocasiones demuestran una ternura inusitada en gente de este tipo. Es ello lo que me hace preguntarme que es lo que pasa por la cabeza de esa pobre gente, que es capaz de dar su vida por unas ideas, que pensadas mínimamente, resultan si no estúpidas, por lo menos exageradas. A mi lo humano cada vez se me hace mas ajeno.

9 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

La Guerra de Troya.

VITOCHAS dijo...

Interesante la reflexión que planteas. No obstante, resulta preocupante que sólo del lado de los radicalismos aún sean las convicciones ideológicas las que logren articular su actuación.

Es preocupante precisamente porque aunque ellos sean pocos, están organizados, creen en una causa -por muy cuestioniable que ésta pueda ser- que les otorga cohesión y espíritu de grupo. Elementos todos ellos ya casi inexistentes entre las amplías mayorías que padecemos un escepticismo crónico de forma simultánea a un "lamentacionismo" que nos nos lleva hacia ninguna parte.

Respecto al poder de la progesterona, qué puedo decir. Simplemente y muy a nuestro pesar (incluído el pesar de Kant, Hegel et. al.)somos homini sexualis. Ante esa condición no hay sapiencia que valga.

Un saludo

Santi Ausente dijo...

Aunque parezca una paradoja, hay gente que necesita morir por una causa para poder vivir. Pero no por ello merece admiración, sino más bien pena.

Unknown dijo...

El "mensaje de amor" ese que escribes ahí es de las típicas frasecitas que te escribían en la carpeta del instituto...
De las mujeres no te fíes ni un pelo (te lo digo yo :P)

sb dijo...

quizás no estemos preparados para entender que mezcla de miedo, odio fanatismo y falta de esperanza impulsan a esas personas.. y, la verdad, prefiero no entenderlo...

Anónimo dijo...

Eso esta claro, lo que no se proponga una mujer, no lo consigue nadie. En ese terreno estamos perdidos, je. Un saludo y feliz semana santa.

Blanche dijo...

yo aun no se si merece la pena, pero la fe es espectacular. no se, me resulta casi imposible creer en algo, en lo que sea, así.

Don Mendo dijo...

Coño, creo que voy a estar dos horas riéndome con el poemita de marras. ¡Es de una genialidad nunca vista!

@mrvaldivieso88 dijo...

yo la verdad que no considero una estupidez el morir por una causa, lo único que debe cumplir esa causa es que sea correcta, el problema está en saber si es correcta o no esa causa, por eso pienso que podría ser malo el fanatismo cuando caen en el error de tomar correcta esa causa, que lo que pienso que es mejor hacer con ella, es cuestionarla e ir cambiándola siempre sin caer en el fanatismo, dogmatismo, etc...