19/4/07

Cuento

No se si sera cierto lo que escribio Mariló Montero hace un tiempo ya, en Granada Hoy, pero de ser asi, es para indignarse. Yo os lo pongo tan cual, lo leeis y ya me contareis.
"Un grupo de colegios británicos decidió organizar un festival de teatro infantil. Todos los centros acordaron que fuera un clásico entrañable: Los Tres cerditos. Pero uno de los sesenta y tres colegios reunidos, el anglicano Huddersfield Town, sugirió que la palabra “cerdito” podría ofender a la comunidad musulmana, así que los centenarios protagonistas de Jacobs se convirtieron en “cachorritos”. Los tres cerditos travestidos en Los Tres cachorritos. No es el único cuento traducido al lenguaje políticamente correcto.
Atentos a la nueva Caperucita Roja. Dice así: “Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, sino porque ello representa un acto generoso”. Sigue la descripción del tenebroso bosque: “Caperucita poseía la suficiente confianza en su incipiente sexualidad como para evitar verse intimidada por una imaginería tan obviamente freudiana”. Ahora viene cuando el lobo le pregunta qué lleva en la cesta: “Un saludable tentempié para mi abuela, quien, sin duda alguna, es perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que es”.
Y cuando el lobo advierte a Caperucita del peligro de que vaya sola, ella responde: “Encuentro esta conversación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de ella debido a su tradicional condición de proscrito social”. Ya el lobo se ha comido a la abuelita e, “inmune a las rígidas nociones tradicionales de lo masculino y lo femenino, se puso el camisón”. Después de la conversación con el travestido encamado, Caperucita le advierte que en la cestita le ha traído “algunas chucherías bajas en calorías y en sodio”. El lobo se dispone a devorarlas. Y ahí es cuando Caperucita gritó, “no como resultado de la aparente tendencia del lobo hacia el travestismo, sino por la deliberada invasión que había realizado de su espacio personal”.
No falta, claro, el leñador, “un operario de la industria maderera o técnico en combustibles vegetales” que coge un hacha para salvar a la pequeña. ¿Y qué se creen que le dice Caperucita?: “¿Cómo se atreve a dar por hecho que las mujeres y los lobos no son capaces de resolver sus propias diferencias sin la ayuda de un hombre? Sexista. Racista”. Salta la abuela de la barriga del lobo, le roba el hacha al atónito operario maderero y le corta la cabeza.
Esta es la versión hilarante de la serie de Cuentos infantiles políticamente correctos escritos por el comediante y escritor americano James Finn Garner, donde Caperucita, la abuela y el lobo deciden vivir en una comunidad basada en el respeto mutuo. Y colorín colorado, este cuento ni lo sueñen que ha acabado."

7 comentarios:

Blanche dijo...

creo que me ha gustado, pero aun me lo tengo que pensar

Chasky dijo...

Nos estamos volviendo locos con el lunguaje políticamente correcto, a este paso va a ser mejor mantener la boca callada para que no te den palos por todos lados.

Sandra Becerril dijo...

jeje bueno... todo cambia... hay unos que para bien, otros que para mal y otros que simplemente... bueno...

besos

Sandra Becerril dijo...

Y por cierto, no conozco a ninguna Marta, pero igual y sí, nunca se sabe jeje

AVE FÉNIX dijo...

Quizá en algunos se exagere, como parecen ser estos dos casos que mencionas. Es gracioso lo de cachorritos por cerditos, o la historia politicamnete correcta de Caperucita xD! la verdad es que no había pensado en las interpretaciones sexistas y demás de ese cuento...Aunque sí es verdad que hay cuentos de los que te cuentan de niño que quizá deberían modificarse para no meter ideas erroneas en cabezas tan jovenes. Qué opinas de la Bella Durmiente o Blancanieves, esperando calladitas a que aparezca el hombre que las elija para solucionarlas todos sus problemas? O de La Sirenita, que abandona su tierra, su familia, su voz, todo,por el príncipe, que para más inri, según la versión original, de Hans Christian Andersen, luego la despacha, o el cuento de Perrault de Barba Azul, que va matando a sus esposas una a una por ser "desobedientes"...En mi opinión hay cuentos que pueden confundir...

sb dijo...

pues si, hacia eso es adonde vamos.. nada de preocuparse por los sueldos de mierda, la destrucción del planeta y esas chorradas..

VITOCHAS dijo...

Lo único que me hiciste recordar fue una canción de la Orquesta Mondragón; precisamente la de "caperucita feroz".

Saludos
Víctor