30/10/06

Valentinilla

Cada vez que surge a mi alrededor un debate sobre politica, siempre me acuerdo de la historia de Juan Castro, que durante la Guerra Civil sirvió como humilde cabo acemilero en las lineas nacionales. Juan Castro era un campesino de Jaén, que sin saber como ni porque, acabo deseando pasarse del lado republicano al nacional. En su interior se cuestionaba la decision, ya que siendo él un pobre campesino que trabaja para el señorito, como es posible que no estuviera combatiendo junto a los suyos por cambiar la situacion, en lugar de defender los intereses de los que lo tienen todo por perder. La respuesta es muy facil. Al cabo Juan Castro le importa más la suerte de su mula o sus primeros pasos en el terreno amoroso que ganar la guerra o la lucha por las grandes ideas. Ese es el problema de muchos españoles, que pese a no tener nada que perder en el cambio politico, sin embargo continuan votando a la derecha. Antes, podia excusarseles, acusando su decision de voto a las presiones de curas o de los terratenientes, pero hoy en dia ya no es posible. Asi pues, el otro dia se nos preguntaba por una respuesta a esta cuestion, y en un principio me parecio de dificil solucion, pero en realidad, la solucion habia estado delante de mi todo el rato, solo que estaba disfrazada de cabo acemilero de la Guerra Civil. En el fondo, hoy todos nos parecemos un poco a Juan Castro, no estamos acostumbrados a tener nada, de manera que lo poco que vamos consiguiendo se convierte en algo que hemos de proteger a toda costa, y los unicos que nos garantizan eso son los que nos cambian libertades por seguridad. Porque no debemos olvidarnos de que en la epoca que nos ha tocado , a mi no me vale ya con ganar lo suficiente para vivir mas o menos comodamente, sino que ademas quiero tener una casa mas grande que la tuya, un coche mas caro que el tuyo o mejor dos, y eso se llama progreso. Pero para progresar no hace falta eso, sino que mi progreso depende tambien del progreso de los demas, del progreso social y politico, y eso no se puede hacer si no es arriesgando. El cabo acemilero Juan Castro no arriesgo, y al final acabo perdiendo lo poco que tenia, su mula preferida, la Valentinilla.

2 comentarios:

Alter Ego dijo...

Me acabo de dar cuenta que os he chafado cualquier tipo de interes en leer la historia de Juan Castro, pero aun asi os animo a que lo hagais, a que opineis vosotros mismos sobre los debates internos del cabo acemilero, y sobre todo a que conozcais sus muchas aventuras

Anónimo dijo...

Hello, as you may already noted I am new here.
Hope to get any help from you if I will have any quesitons.
Thanks and good luck everyone! ;)