Miedo

Hace tiempo que vengo pensando en ti, querida Paola, en el miedo que me produce ver tu nombre en mi lista de contactos conectados del messenger. Apareciste en mi vida hace tiempo como una oleda de frescura que me hizo ver la vida de otra manera. Contigo hice, Paola, cosas que jamas hubiera hecho con otro tipo de mujer, o al menos sin interes sexual de por medio. Contigo aprendi muchas que desconocia y jamas me hubiera atrevido a preguntar. Pero el tiempo paso, Paola, y el olvido no es solo cuestion de distancia. Yo me olvide de ti y tu te olvidaste de mi, no se si alguno de los dos fue realmente consciente de la situacion, pero ninguno de los dos puso remedio a la situacion. Creo que fuimos demasiado estupidos como para permitirlo. Ademas, Paola, en este tiempo han pasado cosas, muchas cosas, a ti y a mi, y esas cosas han hecho que tenga cierto recelo hacia ti. Me han hecho mucho daño, estaba cansado de que las personas abusaran de mi confianza, y eso pudo hacer que viera ciertas acciones o ciertos comentarios como un ataque. Perdoname Paola, si alguna vez te pude molestar, pero supongo que ese sera una deformacion profesional, y perdoname por haberte juzgado. Cada cual es como es, Paola, y ahora se que no es bueno juzgar a los demas. Pero ya no quiero tener miedo, quiero que sea motivo de alegria el verte y hablar contigo. Ahora me doy cuenta de que hemos dejado pasar el tiempo estupidamente, que estamos demasiado alejados como para intentar algo a la desesperada. Es por eso, Paola, por lo que me conformo con que cuando me veas conectado me digas ¡¡¡Hola!!!. Y que sepas que, aunque tu no me veas, yo voy a dedicarte una gran sonrisa. Recuerda, Paola, que si algun dia estoy en cuba, ire a puerto, y me acordare de ti. No se como concluir, porque no quiero que suene a despedida, asique decirte hasta la proxima.