19/1/08

Autores

Los garrotazos de Goya
Acabo de leer un libro que todavía no está publicado. La amistad tiene obligaciones ineludibles; algunas se asumen con gusto y otras, a regañadientes. Ésta es de las primeras; de las que son un privilegio. Alguna vez he hablado aquí de mi amigo Juan Eslava Galán, uno de los novelistas más prolíficos y cultos que honran el paisaje. Juan es de los pocos escritores que conozco capaces de reivindicar sin complejos nuestra actividad profesional –dignamente mercenaria cuando se tercia y se cobra–, como trabajo honorabilísimo y estupendo, sin necesidad de aderezarla con justificaciones éticas, estéticas, psicosomáticas, y demás mariconadas al uso, tan del gusto de ciertos cantamañanas de la tecla. (Como, por cierto, un tal Álvaro Delgado-Gal, intelectual de oficio y sobre todo de beneficio, cuyo último libro-ensayo, Buscando el cero, les recomiendo encarecidamente que lean –no se quejará de que no le hago publicidad, mi primo–, pese al espantoso esfuerzo que supone, a fin de comprobar hasta qué punto se puede ser retórico y pedante en 265 páginas, y medrar en España a base de farfolla y cuento chino.)

Pero a lo que iba. El libro que acabo de calzarme y que todavía no pueden leer ustedes es el manuscrito recién parido de una historia de la guerra civil española. Un texto que no se parece a ninguno de los que conozco –los hay excelentes–, y cuyo título dice mucho: Una historia de la guerra civil que no le va a gustar a nadie. No sé cuándo saldrá. En primavera, supongo. Así que no consideren esto la promoción de un amigo por parte de un amigo; aunque también lo sea, claro, un poco adelantada. Se trata, en realidad, de confiarles mi satisfacción. Ya tenía yo ganas, en estos tiempos en que, pese a cuanto ha llovido, seguimos mirando hacia atrás con las orejeras puestas, de tropezarme con un relato de nuestra guerra civil donde el papel de hijo de la gran puta estuviese, como corresponde, puntual y equitativamente repartido por todos y cada uno de los rincones de nuestra geografía nacional.

Mientras leía despacio y con ganas el manuscrito de Juan, pensé otra vez que el viejo Goya nos pintó mejor que nadie: dos gañanes enterrados hasta las corvas, matándose a garrotazos. La sombra de Caín es ancha en la triste España. Lo fue siempre, y aquella guerra fue prueba de ello. El error sería creer que pertenece al pasado. Cuando lees sobre la destrucción de la segunda república –ya nos habíamos cargado la primera y dos monarquías– en manos de los de siempre, te estremeces estableciendo siniestros paralelismos con la infame clase política de ahora, aún más arrogante, iletrada y bajuna que aquélla. Y así, Juan desgrana una actualísima historia trágica, violenta, retorcida en ocasiones hasta el esperpento, con esos trágicos quiebros de humor negro que también, inevitablemente, son ingredientes de nuestra ibérica olla.

Todo estaba a punto, es la primera evidencia. Una república desventurada en manos de irresponsables, de timoratos y de asesinos, un ejército en manos de brutos y de matarifes, un pueblo despojado e inculto, estaban condenados a empapar de sangre esta tierra. Luego, prendida la llama, la chulería de los privilegiados, el rencor de los humildes, la desvergüenza de los políticos, el ansia de revancha de los fuertes, la ignorancia y el odio hicieron el resto. No bastaba vencer; era necesario perseguir al adversario hasta el exterminio. Murió más gente en la represión que en los combates; en ambos lados, analfabetos presidiendo tribunales gozaron de más poder que magistrados del Supremo. Hubo valor, por supuesto. Y decencia. Y lecciones de humanidad e inteligencia. Pero todo eso quedó sepultado por las pavorosas dimensiones de una tragedia que todavía hoy necesita reflexión y explicaciones. Este libro cuyo manuscrito acabo de leer se aventura a ello, y lo consigue con amenidad y con una extraordinaria, abundante y rigurosa documentación que –es su principal virtud– ni siquiera se nota. Juan lo ha escrito a su manera humilde, como suele. Como quien no quiere la cosa. Y, como decía antes, sin buenos ni malos. Las dos Españas mamaron veneno de la misma sucia leche. Abran los periódicos de hoy mismo y reconózcanlas. Estas páginas lo ponen de manifiesto de forma estremecedora. Por eso se trata de una historia de la guerra civil que no le va a gustar a nadie. Ya era hora.

ARTURO PÉREZ-REVERTE El Semanal 13 de marzo de 2005

Pues a mi si que me gusto, no solo me gusto, sino que hice que toda mi familia se lo leyera, consiguiendo de esa manera que mi hermano se enganchara al estilo de la literatura de Juan Eslava Galan, lo cual me vino de perilla, ya que él si tenia dinero para comprarse las obras. Casi por casualidad llego a mis manos Una historia de la guerra civil que no le va a gustar a nadie, pero bendita sea esa hora. Queria escribir algo sobre literatura, y nada mejor que aprovechar la calidad de un genio hablando sobre otros. Para mi, son dos autores que han de ser fundamentales en las maltrechas aulas de los institutos de enseñanza. Si a un libro se le pide una historia interesante, actual, polemica, sin duda que éste la tiene. Si a un autor se le pide claridad, sencillez en el vocabulario, el saber escribir una historia, etc, sin lugar a dudas que cualquiera de estos dos lo consigue con creces. Gracias a Dios en este pais no todo es Ken Follet o Dan Brown

9 comentarios:

La Cafre dijo...

me he vuelto daltonica o has cambiao el blog???jeje aunque para ser el dia D(-erbi) has elegido el mejor color: el blanco :P jajaja. me gusta,año nuevo aires renovados,si señor!.no he leio na,xq e visto reverte y no puedo con él, pero seguro ke esta a la altura de mi filosofo favorito,cuyo nombre es mas facil que el de "niche" jajaja. un abrazo ecologico

Anónimo dijo...

Primero punto: me gusta mucho la nueva decoración de su blog.


Segundo punto: le felicito por su post de hoy pues es uno de los mejores que he leído.


Tercer punto; No me he leído el libro pero todo la gente que conozco que lo ha hecho habla muy bien de él.

Alter Ego dijo...

La Cafre, escribo el comentario en el minuto 88 del partido, el mismo en el que el Almeria ha conseguido el gol del triunfo frente al Depor. Gana el Madrid 2-0.

Sobre lo de que no te guste Perez-Reverte, ya sabes que me indigna. Te han regalado un ejemplar de El Capitan Alatriste, y por lo menos le has dado la oportunidad, asi pues, estamos en paz. Un Abrazo Filosofico Gratis

La Petite Princese, es una lastima que uno de mis mejores post sea uno en el que el 90 % del trabajo es de otro. Afortunadamente me lo ha hecho un grande, si tengo que copiar, lo hare de los grandes. Un Abrazo Filosofico Gratis

Anónimo dijo...

Apruebo la nueva cara del blog.
Saluditos...

sb dijo...

pues si, ese cuadro, a pesar del tiempo, es el espejo en que este país lleva siglos reflejándose... y me temo que nuestros hijos podrán decir lo mismo..

pez dijo...

No he leido el libro pero si efectivamente es capaz de contar la historia sin caer en los de un lado eran buenos y los del otro unos hijos de puta, ya merece la pena leerlo.

Alter Ego dijo...

J.C., me alegro de que le guste la nueva cara de éste mi blog. Espero que su periplo europeo se desarrolle segun lo previsto. Un Abrazo Filosofico Gratis

Beauséant, ese cuadro es un fiel reflejo de lo que somos, creo que ha sido la inspiracion para su ultimo libro de Arturo Perez-Reverte. Un Abrazo Filosofico Gratis

Pez, merece la pena leerlo, alli se dicen verdades como puños, de uno y otro lado, sin buenos ni malos, solo de hermanos contra hermanos portandose con autenticos hijos de puta, aunque en ocasiones hubiera momentos para la tregua. Un Abrazo Filosofico Gratis

Alana dijo...

Del negro al blanco.. radical.

No he leído el libro, pero parece q está muy bien.

Anónimo dijo...

he de reconocer,aunque sea penosa esa parte de nuestra historia reciente,que tienes razon en casi todo,porque eso de conseguir ciertas cosas a mi costa no es muy etico,pero bueno se consiente porque eres tu y por los buenos ratos que tenemos de vez en cuando.Un abrazo pero ni filosofico ni gratis ya me invitaras a unas copitas que eso si se me da bien